La ciudad de Los Angeles se vio sacudida esta semana por la furia de los residentes de un barrio de mayoría hispana, luego que el domingo pasado un indocumentado guatemalteco muriera a balazos tras presuntamente amenazar a policías con un cuchillo.Los agentes involucrados también son hispanos, y varios testigos corroboraron la versión de que el inmigrante, Manuel Jamines (37), los había amenazado.Sin embargo, cientos de manifestantes lanzaron huevos, botellas y piedras al cuartel policial local durante tres noches de protesta, y una asamblea comunitaria abucheó al jefe de policía de la ciudad, Charlie Beck, cuando se presentó a explicar el incidente. Varios vecinos del barrio de Westlake, donde ocurrió el hecho, dijeron que los policías los suelen maltratar y son estrictos en exceso al hacer cumplir la ley, y los culparon por la mala relación que tienen con los...