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Alexis Ibarra O.
No es un liceo... es una aldea educativa: una construcción hermosa de concreto sólido -que aquí es tan preciado como el mármol- donde los jóvenes deben sacarse los zapatos para no ensuciar el piso de impecable cerámica blanca.
Antes, este sector era tristemente conocido por su leprosario, pero ahora hay salas cuyas ventanas se abren de par en par para conectar con una terraza y hacer clases al aire libre. También hay un "huevo gigante" que en una mitad es un laboratorio de computación con internet inalámbrica que permite trabajar en los jardines; y que por el otro lado es un moderno laboratorio de lenguajes.
Desde esta semana, este ambicioso proyecto educativo suma a su infraestructura un avanzado laboratorio de ciencia donado por la Fundación Coca-Cola y Coca-Cola Embonor valorado en $45 millones.
Les llaman laboratorios Tavec (Tecnología Avanzada en...