PARÍS.- Ricardo III, último rey de Inglaterra muerto en combate en el siglo XV, sucumbió a las heridas causadas por sus enemigos, quienes le habrían perforado el cráneo cuando estaba en el suelo y sin casco, sugiere un estudio científico.
Las heridas que sufrió en la cabeza apuntalan los relatos de la época que señalan que Ricardo III, preso en un lodazal, habría abandonado su caballo antes de que sus enemigos lo mataran, según este estudio realizado con el análisis de sus restos, publicado el miércoles en la revista The Lancet.
El soberano murió a los 32 años en la batalla de Bosworth el 22 de agosto de 1485, tras un corto reinado de dos años. La dinastía de los Tudor que le reemplazó siempre le dibujó como un tirano sanguinario, una pésima reputación que después inmortalizó William Shakespeare.
En su obra "Ricardo III" (1592), el soberano arrinconado en el campo...