SANTIAGO.- A Marco Antonio Figueroa se le pueden criticar muchas cosas. Es un tipo que no pasa desapercibido, eso es claro. Es un hombre directo, mediático –o mediatizado, si se prefiere-, gritón, frontal, histriónico, visceral. No es novedad, era así cuando jugaba y es así ahora que entrena.
Pero las características más destacables de Figueroa –visto como DT- se pueden reducir en dos sustantivos: pasión y trabajo. Esos son los pilares de la campaña de la UC del Clausura.
Cuando el ex delantero aterrizó en San Carlos de Apoquindo, el hincha cruzado esperaba resultados inmediatos. Pero estaban muy equivocados, a pesar del contundente 4-0 que alcanzaron en el debut ante Municipal Iquique.
Figueroa llegó con un plan ofensivo y aguerrido, pero sobre todo, un plan que necesitaba trabajo. Durante el Apertura, Católica invirtió en ese aspecto y para eso, a veces, hay que...