SANTIAGO.- "Con la llegada de tantos peruanos a Chile está aumentando el desempleo" fue una de las afirmaciones a las que debieron reaccionar los cerca de tres mil chilenos que respondieron las preguntas del Estudio Longitudinal Social de Chile (ELSOC), la iniciativa del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) que encuestará anualmente al mismo grupo, durante una década, para analizar la evolución de sus percepciones frente a una serie de temas sociales, entre ellos la inmigración.
La relación con los peruanos inmigrantes fue un foco del sondeo. Con unos 130 mil residentes definitivos, son los extranjeros más numerosos en Chile, según el Anuario Estadístico Nacional 2005-2014 del Departamento de Extranjería y Migración y que publica el diario
El Mercurio.
Cinco perfiles
El cuestionario del ELSOC enfrentó a las personas a preguntas sobre su grado de contacto con estos inmigrantes y sus opiniones en torno a su presencia en Chile.
Así, se detectó que un 47% está "de acuerdo" en vincular la llegada de estos extranjeros con un alza del desempleo. La cifra aumenta mientras el nivel educacional baja: entre quienes solo tienen educación básica completa, llega a 70,5%.
Cruzando datos, se construyeron cinco actitudes que los chilenos tendrían frente a esta migración.
Con un 57%, el grupo mayoritario es el que se definió como "amenazados antiinmigración, sin contacto", es decir, personas que no interactúan con peruanos -ni siquiera reportan experiencias negativas con ellos-, pero que aún así rechazan su presencia en Chile.
El grupo se distingue por su menor nivel de escolaridad, su mayor proporción de hombres y por tener una edad media de 46 años. El segmento más abierto a la inmigración peruana solo representa un 5%. Principalmente son mujeres, de 40 años en promedio.
La relación entre el nivel educacional y el rechazo a los migrantes no sería una sorpresa. "Es esperable, porque ellos perciben que esos grupos compiten más directamente con ellos", explica el investigador del COES Roberto González.
A su juicio, lo que pasa en Chile es comparable con lo que ocurre en el resto del mundo. Sin embargo, advierte que estas personas pueden ser especialmente vulnerables a ciertas ideas políticas populistas en materia de migraciones.
González afirma que la relación con los peruanos puede crear un precedente en la forma en que los chilenos reaccionan a flujos migratorios, como por ejemplo los haitianos, pero que factores como la barrera idiomática pueden generar una mayor distancia.
Para Cristián Doña-Reveco (también investigador del COES) el país de origen es clave: "Ha habido una propaganda muy negativa en torno a otros grupos, como los colombianos: delincuentes, narcotraficantes... eso hace que si bien no son un país mal visto, el inmigrante pueda ser menos aceptado".
Agrega que los haitianos pueden ser mejor recibidos que los colombianos, ya que despertarían un cierto paternalismo entre los chilenos.
